Javieronadas: Barceloning

Barcelona World Race. Básicamente, 18 regatistas en 9 barcos de 60 pies, en tripulaciones de a 2 dando la vuelta al mundo sin escalas... Comenzaron el 11 de noviembre en Barcelona, con la idea de rodear el planeta y acabar de nuevo en Barcelona después de alrededor de 3 meses de comer raro, pasar frío y ver sólo la cara del otro, que suele ser más feo que un chucho... ¡Hala, 46.000 kilómetros sin parar ni a echar un pisete!. Bestial...

Este rollete está bien a modo de introducción, pero como no me gusta hablarte de trabajo, si quieres saber más de la regata o ver cómo va la cosa, échale un vistazo a la web oficial o a la del Mutua Madrileña, que es el equipo al que hay que animar (lo siento, Carliños Pich, ¡este es mi blog!... Me encantará que abras el tuyo... je!).

Lo realmente interesante de todo esto es que la salida de la BWR resultó la excusa perfecta para encontrarnos muchos de los que nos hemos hecho amigos trabajando en la America's Cup y la Volvo Ocean Race: Bianca TV Star Ascenti (y el gran Alesandro), Mortadelo, Tantric Bea (y su novedoso Marc), Sweet Sabina, Dangerous Helen, Tenebroso Pich, Peter love-your-work Rusch (y su Chloe), smiling Amanda, Marcus the-real-boss Hutchinson (con lovely Meagan), Georgito the-guitar Miller, James Jimbo Boyd, Matt the-pigeon, oui-c'est-moi Camille, Isa-bella Genis, Hyperactive Paquito... ¡Verlos a todos si que fue bestial!.

Llegué con Jandro y Helena el miércoles para ir tomando asiento. El sitio, espectacular, con los 9 barcos en el Moll de la Fusta de Barcelona, y apenas a 20 metros de la impresionante sala de prensa. Muy cómodo. Lo único mejorable a nivel logístico era que nuestro hotel –5 estrellas, eso sí– estaba a 10-20 minutos en taxi. Bueno, lo reconozco: ¡qué desayunos!...

Los momentos de relax fueron principalmente las cenas. Así, de memoria, recuerdo las de batalla con mis compis de Varadero, una de trabajo en el impresionante Txalet de Montjuic,... pero sobre todo una en el Cal Pintxo, en el propio puerto, ya con Bianca-Alesandro-Sabina-Marcus... y hasta Ellen MacArthur!... (Malditas mesas alargadas, que no te dejan hablar con todos...); en esa conocí a un descendiente de la familia De Medicis, un escritor muy majo e interesante.

La otra cena para recordar fue la de despedida, con los Ascenti, Mortadelo y Pich, en un restaurante de La Rambla (el Attic). Casi no pudimos cenar con lo que nos reímos a costa del pobre compañero de Altadill en el Estrella Damm... ¡Mortadelo sigue siendo el cerebro más rápido del planeta!.

El domingo, día de la salida, pude estar un ratito con Iker y Xabi... ¡Más majos!. Como siempre, Xabirote especialmente cariñoso. Me enseñó la última foto de la evolución de Adur, que cada día puede presumir más de ser clavadito a su padre.

No me enrollo, que como suele pasar en este tipo de viajes, es más interesante ver las fotos...

P.D.- Por cierto, que el día que Mortadelo llegó a Barcelona era el 50 aniversario de su álter ego...