
Llámame simple, pero es que cada vez que vengo me tratan mejor...


Pero sin duda, lo mejor de Neuchatel es... ¡la hospitalidad brasileña!
cosas que pasan
Hoy se me ha ocurrido mostrarte mi campo de atracciones cuando encuentro tiempo para subirme a la bici, cosa que no ocurre con la frecuencia que quisiera, pero que aprovecho cada vez.
Lo que más me gusta de los montes de Corujo es que en apenas unos minutos cambia el paisaje radicalmente, y tanto te encuentras en medio de una pista forestal con vistas sobre Vigo o la playa de Samil, como en un bosque del que te da la sensación que saldrá un gnomo en cualquier momento (o un troll), un molino medio derruido, una mámoa, una fuente, un cortafuegos de esos en los que te caes fiojo, una cascada, un mirador a las Cíes, a Bayona... o incluso, si tienes suerte y el día te sonríe, con visibilidad de tres rías hacia el norte. Gente, poca.
Más arriba no se puede subir... (este día sólo se veían dos rías)
Esta es de otro día (mejor...)
Samil, Toralla, Ría de Vigo, Cangas, Ría de Pontevedra...
Otro regalo: un molino...
Lo mismo, sin payaso (es mi rincón favorito)