Días como éste se cuentan con los dedos de una mano. Y poder disfrutarlos es un lujo. Hoy lo hice junto a María y Toño, que creo que han sabido valorarlo al menos como yo. Finales de noviembre...
Espectaculares vistas desde el Monte Alba
La subidita se las trae, pero sin duda, merece la pena
Mira qué caritas de satisfacción...