miércoles, 25 de abril de 2007

Valencia: Triumph-o de Shosholoza

Hoy ha sido “uno de esos días”. De esos en los que te apetece contar cosas porque han pasado cosas. La primera fue a las 12:30h en la base del Desafío Español. Una convocatoria que lo decía todo y los comentarios de quien sabía exactamente lo que iba a ocurrir me animaron a acudir a la cita. ¿Desfile de lencería?… Vaaamos!

Al entrar, la verdad es que me sorprendió la cantidad de personas y, sobre todo, de cámaras. Conté hasta 21 cámaras de TV, creo que récord absoluto en el Port America’s Cup. El montaje, magnífico, con una pasarela de alfombra roja sumergida un palmo en agua, rodeada de sillones corridos y cubierta por una carpa (qué calor, por cierto). Tomé asiento junto a los periodistas españoles y saqué mi cámara de fotos, preparado para actuar (aunque un poco avergonzado, porque seguro que salía en la tele y no quería dar esa imagen de salidorro-con-cámara).

El desfile fue bastante espectacular, más por el conjunto en si que por la calidad de las modelos, he de decir. Pasaban a escasos 2 metros de donde yo estaba, y bastó la primera hornada de modelos para acabar con el mito. La calidad me gustó por detalles (ojos de aquí, boca de allá, pelo de acullá, piernas de ésta, pechugas de aquella,…), pero no me sorprendió ninguna.

Gemma Mengual, por ejemplo, demasiado masculina. No sé por qué se mete en estas cosas. Aunque vistas algunas de sus compis de pasarela, tampoco desentonaba. La gracia estaba en que había una modelo por país participante en La Copa, pero la verdad es que alguna se podía haber quedado en casa (no me trago que no hayan encontrado nada mejor de EEUU…). La italiana, sin embargo (si, la de la foto de la izquierda), muy bien...

Detallazo al final, con algunos tripus del Desafío desfilando entre las chicas, momento que se llevó el mayor número de aplausos.

En fin, que una experiencia agradable, y poco más. Sin duda, me quedo con mi Patricia.

P.D.- Se me olvidaba: lo otro que me apetecía contar es que Shosholoza le ganó a Luna Rossa. ¡Bien por ellos!. Y un beso a Di Meek, la jefe de prensa del equipo, que es un sol (nos cuidó en Sudáfrica); se merece esto y mucho más.

sábado, 21 de abril de 2007

Valencia: Gente (2)

La segunda parte del apartado “gente” la empezaré con mi mejor amiga en Valencia. Bea es gallega (bueno, de Coruña), lleva con ACM desde el día que la organización llegó a Valencia (o sea, hace más de 3 años) y puede ser la española que mejor conozca la 32ª America’s Cup. Aunque somos amigos de antes, hemos hecho muy buena migas aquí. Es inteligente, profesional, simpática y buena gente, aunque a veces sufre las consecuencias de un injusto estrés. Personalmente, no sé cómo es capaz de aguantar semejante ritmo.

La otra “fiera” de ACM es Isabel (Genis). Responsable del edificio de Prensa (que se dice pronto), es una de esas personas que me han sorprendido. Me da la sensación de que entre Bea y ella podrían organizar cualquier cosa, y hacerlo bien. Su puesto le obliga muchas veces a ponerse seria, pero su sentido del humor es simplemente genial.

Carmen es mi otra favorita. Está en el departamento de fotografía, y nunca entenderé por qué no es la editora de fotos de ACM. Ellos se lo pierden. Congeniamos desde el primer día, allá por 2004, y siempre me dice que la hago sonreir por la mañana (aunque yo juraría que es justo al revés).

Los webis son dos soles. David es francés, y uno de los únicos de ACM que han aprovechado su estancia para aprender español. Christophe es suizo, pero habla con fluidez castellano. Es un cerebrín de libro, y parece tener las cosas muy claras. Los respeto tanto como los aprecio, y entre los dos han logrado un magnífico trabajo en la web.

En fotografía, el rey mundial es Carlo Borlenghi. No dejo de sorprenderme del carácter afable de semejante genio, que conocía ya de Rolex, pero que ahora disfruto a diario. “No me lo imaginaba así”, me reconoció María Muiña cuando se lo presenté. Siempre tiene una sonrisa y una palabra amable, y cada foto suya es una obra de arte.

Mónica es otro descubrimiento. Entró como voluntaria, pero han acertado de pleno al contratarla. Siempre dispuesta, es la dulzura en persona.

Luz Eva trabaja con Julien en lo de las neumáticas y los barcos de prensa. Es gallega y ya ha trabajado en la Volvo. Lista y maja. Julien: muy british y profesional.

Sento es el encargado de maquetar el Morning Briefing, un tríptico que editamos todos los días de regata para entregar a modo de mini gaceta. He trabajado con él desde 2004, y nos entendemos genial (trabaja con Mac). Este año comparte trabajo con Samuel.

Inma está en recepción, pero sobre todo es la persona que me sugirió el apartamento en el que vivo. Un solete.

Con el resto no tengo tanta relación, pero hay gente estupenda.

miércoles, 18 de abril de 2007

Valencia en globo

Hoy hemos subido en globo.

Entre los muchos entretenimientos que puedes encontrar en el Port America's Cup, uno de los últimos que se han inaugurado es el Balloon. Se trata de un globo aerostático enorme (37 metros de alto por 22 de diámetro) anclado al suelo en la bocana del puerto, que te sube hasta 150 metros.

La idea creo que fue de Paco Latorre, el director de comunicación, que nos quiso invitar a todo el info team a probar la experiencia. La cita, hoy a las 10h, justo después de la reunión diaria.

Nos subimos en un par de neumáticas, y hala, hasta la entrada del puerto. En barco tardamos como 5-6 minutos, pero si te toca ir andando, seguro que no bajas de media hora (esto es enorme). Llegamos, y arriba en grupos de diez.

El artefacto impresiona, porque el globo en sí es enorme, y la "cesta" (un donut de unos diez metros de diámetro, con un cable en el centro y una red de protección alrededor) te hace dudar de si realmente es buena idea. El pobre Mortadelo sufrió por momentos, no sé si por hacer la gracia, o de verdad, pero nos hizo reir (otra vez) a todos.

Si vienes a Valencia, ni se te ocurra perderte la experiencia; por entre 6 y 10 euros, te suben y permaneces flotando unos 10 minutos.

Aparte de la sensación en sí, que es bestial, las vistas te dejan sin palabras. Hoy teníamos un poco de bruma, pero aún así podíamos ver perfectamente la zona del Oceanographic, todo el Port America's Cup, la playa y buena parte de la costa.

Un gustazo.

martes, 17 de abril de 2007

Valencia: Glamorous...

Domingo, 15 de abril de 2007. Prada (patrocinador principal de Luna Rossa) ha organizado una fiesta de esas del Elle para esta noche. Lugar: Mercado Central de Valencia. Invitados de mi círculo: Bianca, Mortadelo, Jimbo y Mat. Vestimenta: “glamorous” (no lo traduzco, que lo entenderéis todos). Entre el info team, por supuesto, cachondeo: a ver quién tiene ropa “glamorous” cuando nuestro mono de trabajo son las bermudas.

La risa se tornó en ligera preocupación cuando nos enteramos que las invitaciones son válidas para 2 personas. Bianca invita a Peter, Mortadelo a Amanda y Jimbo a mí. ¡Sólo quedan 3 horas!. ¡Y es festivo local!. Aaaaaah!. Como no podemos ir a comprar nada glamouroso, nos tenemos que arreglar con lo que haya en el armario. Menos mal que mi Patu me ha traído unos chinos; camisa blanca, y casi arreglado.

Llegamos al sitio y, ¡hala!, como en la entrega de los Oscar: calle acordonada, securatas de negro con pinganillo y como mil personas revoloteando para ver a los famosos… ¿Famosos?. Luego me enteré que George Clooney, Demmi Moore y su esposo, actores, actrices, modelos, famosos y Pocholo compartían techo con nosotros. Pa habernos matao, que diría Perico.

Eso de sentirse observado, e incluso admirado, es una sensación rara. Caminando hacia el lugar de la fiesta (no era el Kodak Theatre, pero como si lo fuera), entre coches de cristales oscuros y personas gritando, uno se siente hasta importante.

Al pie de la escalera, primera alegría de la noche. Mortadelo, muy suyo, con unos tenis y chaleco rojo de navegar…Un crack. Entre los fotógrafos apostados para ver llegar a los famosos, Carlo Borlenghi. “¡No, Carlo, más fotos no!”, grita Bianca, y el bueno de Carlo se pone a tirarnos fotos. El resto de fotógrafos, a sacar fotos también, ¡no vaya a ser que seamos famosos y no se hayan dado cuenta!. Ji, ji…

Entramos: gente para aburrir, pululando entre los puestos del mercado. Algunos estaban abiertos, y podías pedir lo que quisieras (embutido, fruta, frutos secos, bebida…). Paga Prada. Buscamos sitio, lo encontramos, y a esperar a que pasen las bandejas. Catering de El Bulli. María y Sifi se unen a la fiesta. Gente realmente glamourosa, vestidos, trajes, silicona, el pincha con sus trastos entre jamones,… menos famosos, vimos de todo.

A la hora de irnos, el puntazo final. ¿De quién?. Bajamos las escaleras, miramos hacia atrás, y la imagen de la noche: Bianca, "protegiéndose" de los fotógrafos y a su lado, ¡Mortadelo comiéndose un plátano!. Grande, Andrea, grande...

100% glamour.

Valencia: Gente (1)

La America’s Cup no es la ONU, pero poco menos. Una especie de zona franca en la que el español no es imprescindible, pero el inglés si. Con él puedes comunicarte con todo el mundo; en mi caso, el día a día incluye gente de Canadá, Irlanda, Inglaterra, Francia, Italia, Sicilia (es igual, pero distinto), Suiza, España, Suecia, Sudáfrica, Estados Unidos,… si me pongo a pensar, seguro que encuentro a alguien de cada país.

En la oficina comparto mesa con un español, tres francesas, un italiano y una siciliana (no, que no es lo mismo). A mi izquierda, Paco Tormo (Paquito): si me guiara por lo que de él he oído, seguramente ni le dirigiría la palabra, pero de momento he descubierto a un currante que respeta mi trabajo. Es buen chaval.

Enfrente, Flavie, Julie y Camille. Flavie se estrena este año; es un cielo, la esposa de Nick Moloney, un tripu de Vuelta al Mundo (resulta que me vió tocar en Melbourne!). A Julie no la conocía, y todavía no tengo un concepto de ella, aunque parece buena gente. Camille ya estaba en 2004 y 2005, en la época del genial Loic LeBras (hoy en Canal+). Es un poco francesa de más...

Margen derecho para Andrea (Mortadelo) y Bianqueta. Él es un genio del humor, romano, estridente e ingenioso; un artista. Le basta abrir la boca para que nos dé a todos un ataque de risa, incluso en los momentos menos apropiados. Bianca es, simplemente, la mejor, mi favorita. Si tengo que enumerar lo que me gusta de ella, tal vez comience por su sentido del humor, su forma de gesticular, su inteligencia y el cariño que me demuestra cada día. Junto a su Alessandro forman una de esas parejas que quisieras tener como amiga siempre. Estuvieron en la boda.

También estuvo Peter “Ruschie”. Es El Señor Editor, sabe mucho y escribe mejor. Canadiense, amante de la comida india, se sienta en la mesa a mis espaldas junto al resto del info team inglés. Su frase favorita es “love your work”, confía en su equipo y nunca le he visto poner una mala cara. Un sol.

Amanda está a su lado. Baste decir que la elegí para compartir piso. Londinense de nacimiento y viguesa de adopción, la conocí bien en la VOR (ella hizo la radio en español). Alegre, positiva, dispuesta,… no sabría decir nada negativo de ella. Está a medio camino entre el info team inglés y el español.

Comparten mesa con Peter y Amanda: Andy “Paella” Rice (simpático inglés que sabe mucho de esto de la vela; acaba de ser papi, y tratamos de convencerle del nombre), Mat Seahan (nuestro “meteo man”, que últimamente no da una, pero que es un gurú de la revista Yachting World, con 700 pruebas de barcos a sus espaldas) y James “Jimbo” Boyd (mi teclista favorito, director de la web Dailysail).

Y, por supuesto, Marcus. Él es nuestro auténtico guía espiritual. Enciclopedia de America’s Cup con gafas, es un irlandés que habla francés sin acento. Lo conocí en octubre de 2003, en Malta; él era el enviado de KPMS Suiza y yo de KPMS España, y al mes siguiente le ví presentando la elección de la ciudad sede de la America’s Cup como director de comunicación de ACM. Un buen día me llamó para que trabajara con él. Le adoro y me ha demostrado muchas veces su cariño; la última vez, viniendo a nuestra boda con su hija Mea y su esposa Megan (kiwi ella), embarazada de 6 meses. Escucharle hablar es siempre una delicia, no sólo por lo que cuenta (lo sabe todo y le da mil vueltas a las cosas), sino por cómo lo cuenta. Una inspiración para muchos de nosotros.

viernes, 13 de abril de 2007

Valencia: Escena 2

Patricia vino por primera vez el Jueves Santo (5 de abril). La idea era que disfrutara de la playa, pero claro, los planes que se hacen con un par de meses de antelación, corren el riesgo de encontrarse con la lluvia y el frío. Esta vez vino con Betty, con la que visitó el puerto, el Oceanográfico y parte de Valencia. La verdad es que quien diga que Valencia no merece la pena es que no ha venido.

La misma noche del 5, como era el cumpleaños del buen Pacheco, cenamos con él… y otras 14 personas. El lugar, una azotea de superlujo frente al edificio Veles e Vents de Chipperfield, la joya del nuevo puerto. Lugar espectacular y cena de diseño…bueno, demasiado de diseño.

Siguiente día, cena con Bea, su prima, su hermana María y el novio de ésta en la Lambrusquería de Conde Altea, donde te ponen lo que hay, no lo que quieres, aunque suelen coincidir. Buenísimo.

El sábado cenamos con Bianca y Alessandro en la Sidrería de Avda de Francia (si vas, pídete la ensalada) antes de ir a la fiesta Taboo, la que cierra cada Louis Vuitton Act. Nada menos que 4.000 almas con un cálculo oficial de 2 litros de cerveza y medio de alcohol por barba… Aguantamos media hora (o sea, que alguien se tomó nuestros 6 litros de beer y 1,5 de alcohol…).

El domingo no trabajé (gracias, Paco) y nos fuimos dando un paseo al centro, para que concieran el Barrio del Carmen. Comimos en un italiano cualquiera y luego fuímos con Bea de café y mini-ruta turística en coche por el centro. Nos dejó en el increíble Mercado de Colón y volvimos a casa. Patricia y yo nos pegamos una siesta de 2 horas y Betty se bajó hasta el Puerto. Esa noche, última cena; elegimos (elegí) japonés. El Xuwok (Conde Altea) es un clásico y no defrauda. Fuímos andando y volvimos en taxi (apenas 3 minutos). Pagó Betty, gracias.

El detalle del lunes fue el puntazo de que Marcus nos consiguiera un pase para el Foredeck (sólo tienen acceso los super Vips de los patrocinadores de la AC y de los equipos); un lujo que tal vez no vuelva a disfrutar. El edificio es simplemente apabullante, tanto como las vistas. Fuímos en neumática y lo pasamos bien. Una experiencia más.

Patricia (y Betty) se fueron en el avión de las 18:55h. Vuelta a la rutina.

martes, 10 de abril de 2007

Valencia: Escena 1

Hoy empiezo a escribir sobre algo que comenzó hace ya dos semanas y un día (exactamente el 25 de marzo). No es que en este tiempo no haya pasado nada digno de ser contado, sino que apenas he tenido tiempo de sentarme a escribirlo. Estoy en Valencia. No es la primera ni la cuarta ni la última vez, pero seguro que nunca pasaré tanto tiempo. Objetivo: llegar vivo al 7 de julio.

Trabajar para ACM (America’s Cup Management) es toda una experiencia. Los horarios son inmorales, pero se lleva bien. El secreto está en la gente con la que paso el día, gente que he ido conociendo en los últimos tres años (mi primer contacto con Copa fue en 2004) y que se han convertido en puros amigos.

Podría escribir muchas líneas de cada uno y, con la concentración suficiente, tal vez describir lo que he hecho cada día desde que llegué a Valencia, pero ni merece la pena ni me apetece. Bueno, tal vez otro día te cuente quién es quién… De momento, resumiré diciendo que vivo en Avenida del Puerto 43, en un ático que comparto con Amanda.

En este primer capítulo voy a contarte lo que es un día normal de trabajo.
Cada día me despierto a las 7:30h, me ducho, me disfrazo de AC versión naranja (tienen un extraño código de colores, y a mí me toco éste), cojo la bici “Ford” de-doble-suspensión-macarreira-que-pesa-una-tonelada-y-anda-fatal, la embuto en el ascensor y hala, carril-bici hasta el final de la Avenida. 7-8 minutos de pedalear y estoy en el trabajo: como los ricos!.

Salvo los 4-5 primeros días, desayunamos allí, en el primer piso del edificio de prensa. El buffet no está mal, y además sirve para comenzar mejor la jornada, rodeado de las personas con las que voy a pasar las siguientes…12 horas! (mínimo).

La sala de prensa impresiona incluso cuando ya llevas semanas aquí. Enorme, casi totalmente abierta y rodeada de ventanales, con inmejorables vistas al puerto. Desde mi puesto de trabajo veo esto, un lujazo que no deja de sorprenderme.

Comparto mesa con los miembros del Info Team francés (Flavie, Camille y Julie), italiano (Bianca y Andrea “Mortadelo”) y Paco, mi compañero en el Info Team español. Por detrás, los de la versión inglesa (Peter, Mat, Andy y James… el mismo que tocaba el teclado en la super-banda-de-Vuelta-al-Mundo); entre ellos, Amanda, que está a medio camino entre inglés y español. La zona de prensa se completa con gente de la web (Christophe y David), fotógrafos (Carmen, Carlo y más), IT’s (los que controlan ordenadores, conexiones y demás, encabezados por Nacho), becarios, voluntarios e Isabel, la jefa de la sala de prensa. En el front desk, o “mostrador” , la cara al público la ponen Bea y otras 5 personas. En total, desde ahí hacia atrás debemos ser unos 30, fácil. Entre las facilidades que tenemos se encuentran dos máquinas de café Nespresso y sendas neveras con todo lo que un sediento pueda necesitar… sin alcohol, claro.

En caso de emergencia, unas escaleras de caracol nos llevan a una zona “chill out” con unos sofás donde nos dejan dormir. Más de un día lo necesitaremos, fijo.

Del mostrador hacia fuera, además de unos 200-300 puestos de trabajo para periodistas y fotógrafos, están el estudio de radio y el Teatro, desde donde seguimos las regatas. Una pasada.
Continuará...