viernes, 13 de julio de 2007

En casa de los Hutchinson

Esto se ha acabado (o acabao). Los últimos días en el Port America's Cup nos sirvieron a todos para ralentizar el ritmo y comenzar a adaptarnos a la vida normal, esa que parece ser que existe al margen de la burbuja de la Copa.

Hay quien lo ha llevado peor que otros. Bea, Bianqueta y hasta Mortadelo se retorcían cada vez que "alguien" les recordaba que la cosa había llegado a su fín y que en breve dejaríamos de desayunar/comer/cenar juntos. A mí también me dió penita española, pero quedaba en nada ante las ganas de volver a casita con la Patru, David, Nuca, Eliseo, Turuta, Otto...

La cena final no fue la del Spaghetti Blues. El responsable de reunirnos a todos antes de la despedida fue el mismo que nos reunió allá por 2004, el culpable de que todos seamos mucho más que un magnífico equipo: Marcus. La cita, en su casa de la calle La Paz, bajo las velas que cubren su magnífica terraza y con la garantía de una buena cena firmada por la maestra de la cocina: Meagan.

Daba gusto ver a los treinta o cuarenta que allí estábamos reunidos en grupos de 4-5 para hablar de las cosas más pintorescas. Todos revoloteando de conversación en conversación, en un ambiente relajado y divertido. Intenté charlar con todos.

Recordarás que Bianca, Isa y Marcus estuvieron de cumple hace unas pocas semanas. Como no pudimos celebrarlo entonces, hoy era el día, y aunque ellos no lo sabían, les preparamos la sorpresita. Sabina (creo) se encargó de pedirle al caricaturista de Luna Rossa un dibujito en el que salieran ellos. Le salió bastante bien, pero sobre todo es un recuerdo cojonudo... Yo creo que Bianca lloró.

Bueno, te dejo con algunos momentos estelares de una despedida perfecta.


1 comentario:

Kmn dijo...

Stop de poner fotos en tu blog!! no hago más que descargarmelas...jijiji...queda menos, creo que de esta semana no pasa que os envíe todo! besazos