Estuve tentado de titular 'la última cena' pero, además de sonar irreverente, sería mentira, porque después de esa vendría la de despedida final-final en casa de Marcus (que, por cierto, es esta noche). La que cuento ahora la organizó lovely Amanda.La cita era el miércoles, 4 de julio, en un restaurante en la Patacona llamado 'Spaghetti Blues'. Por supuesto, nada de comida india ni japonesa, ni siquiera paella, como te puedes imaginar. Yo, encantado.
La idea inicial era para 30 personas, que luego se redujo a apenas 15 para finalmente alcanzar las 20. Básicamente, estuvimos todos los del info team. El sitio era una terraza muy agradable atestada de mosquitos (gracias, Flavie, por traer el anti-mosquitos que nos salvó la vida a todos).No fue de esas cenas que continúan con copa y tal y tal, pero aún pasamos unas horillas. Al final, Paquito nos llevó a casa en su... mmm... ¿coche?... (jeje).
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