sábado, 15 de septiembre de 2007

Vamos de paseo


Siempre tuve ganas de hacer algo así, pero ha tenido que ser Turi el que lo organizara. Una escapada de los tres hermanos con padre incluido (o viceversa), apenas 30 horas de un fin de semana para pasear por el monte, comer bien, charlar y disfrutar de un rincón de Galicia que nos debería hacer presumir a todos.

8 de septiembre de 2007. Recogí a Seo en el aeropuerto de Santiago, primera visita del Pefi desde Navidad. Lo llevé a Corujo para que lo viera "su-ma-má", recogimos a su padre, a su hermano "el gerente de Honda", y rumbo a la sierra de Trevinca.

Más de 250 kilómetros de viaje con mucha autovía, un poco de carretera secundaria y otro poco de caminejos de montaña. No es que te lo quiera vender, pero el Honda CRV que llevamos es lo mejor que he probado en todocaminos.

Llegamos a Vilanova, concello de A Veiga. Nos esperaba Cholo, responsable de la casa de turismo rural O Trisquel junto a su amigo Marcos. Nos tenían preparada la comida, primer y sorprendente contacto con la impresionante cocina de este magnífico conversador y trotamundos.

Disfrutamos de una magnífica ensalada, embutido y una especie de botillo (cuando me recuerden el nombre mis compañeros de aventura lo escribiré), que estaba todo de muerte. De postre, una curiosa cuajada. Café de pota, pero fuerte, y licores varios... Fuertes también.

La primera escapada exigía un pequeño trayecto en coche. Nos dirigimos a una reserva de caza donde parece ser que iba Fraga a practicar caza mayor. En la entrada hay un restaurante con helipuerto... Allá, en medio de la ná!.

Abrimos la cancela que cierra las 2.000 hectáreas de coto, entramos y hala, a subir el monte por una pista que por tramos se volvía un poco rabuda. La piedra de la zona, de pizarra, corta como cuchillas, y nos rajó una rueda llegando al final del trayecto. Cambiarla por la de repuesto (de esas de emergencia) fue cuestión de minutos, pero papá y Seo no aguantaron y comenzaron a patear.

En esa primera excursión nos despistamos un poco. Primero nos dirigimos a un lago que nos había indicado Cholo, pero no encontramos el camino que nos recomendó y decidimos tirar por otra vía. Subida empinadilla y segundo lago, esta vez artificial. Ahí comenzó lo mejor.

A los pocos minutos de seguir pateando, nos detuvimos en seco. Primeros bichos que veíamos, tal vez ciervos, tal vez gamos... No sé, me perdí ese capítulo del "Hombre y la Tierra". Estaban en la ladera opuesta a donde estábamos, tal vez a 200 metros. Daba gusto verlos correr monte arriba.

Aún estábamos comentando la suerte que tuvimos por ver al primer mamífero, cuando notamos un movimiento a nuestra derecha. Apenas a 20 metros, un grupo de muflones que no habíamos visto. A partir de ahí, tal vez vimos unos 20 ó 30. ¡Una pasada!.

Seguimos caminando monte arriba. Mirar hacia el valle era una auténtica delicia. Un lugar impresionante que te recomiendo descubrir. Sin un alma, sólo las nuestras.

El cálculo de tiempo (lo que llaman timing) fue perfecto. Quedamos en llegar de vuelta al hotel sobre las 20:30h y así fue. Duchita y a cenar. El nabo de Seo cayó redondo. Decía que llevaba casi 24 horas en pie. ¡Bah, mariconadas!. Se perdió una magnífica cena con guiso de ciervo, buena conversación y un paseo por el pueblo a las tantas de la noche. Vimos la Vía Láctea como nunca la había visto. Impresionante.

Al día siguiente, rico desayuno y a pasear de nuevo. Esta vez, por una pista que sale de la misma casa. Rumbo a la mina de wolframio, un lugar fantástico con vistas sobre un valle que ni la casa de Heidi. Seguimos paseando, bordeando ese valle, y levantamos un bando de perdices a apenas 3 metros de nosotros.

Bajamos al valle y completamos el círculo. En total, más de 3 horas y alrededor de 16 kilómetros de pateada... Ducha, nos despedimos de la casa, montamos en el coche y rumbo acomer a A Veiga (creo). Estaban de feria y nos hinchamos a pulpo. Con nosotros, Cholo y Marcos, que creo que disfrutaron de nuestra compañía.

En fin, una experiencia para institucionalizar. A ver a dónde vamos el año que viene...


P.D.- La última foto es de un bisho cogiendo un palo... ¿Cuál es el bisho?. Y lo de aquí debajo, un vídeo de la casita, que estaba genial!


No hay comentarios: