En esta ocasión, me tocó moverme a mí. El miércoles, 6 de junio, día que recordarán los aficionados de Luna Rossa por completarse el 5-0 que los puso rumbo a casa, entré en la web de Iberia y me saqué un billete para el día siguiente. Así, con dos coj&%@$!. La idea era dar una sorpresita a Patricia, a Nuca y a Eliseo, así que el cómplice tenía que ser Turuta, que gentilmente me vino a buscar al aeropuerto de Santiago el jueves a eso de las 9 de la mañana. Me quedaría hasta el lunes...
Llegando a Vigo, Patus me llamó para echarme la bronca por seguir durmiendo... a las 11 de la mañana!. En apenas 7 minutos le aparecí por la puerta del centro... La expresión de su cara, entre sorpresa, alegría, incredulidad y extrañeza, fue todo un poema, pero sus dos minutos sin soltar palabra confirmaron el acierto de la sorpresita. De ahí me fuí a casa a por el coche y a Coruxo para la segunda sorpresa del día. Nuca tampoco se lo creyó mucho, pero tardó menos en reaccionar... Comimos en Il Duomo. 
La escapadita estuvo realmente bien aprovechada. Nos organizamos para comer con Nuca y Eliseo, con Marta-Turi-Nené, cenar con Juani-Bernardo y con Jane-Javier. Como detalles a destacar, cenamos el jueves en el Marítimo de Canido y el sábado comimos en San Adrián de Cobres y por la noche fuimos a ver las alfombras de Ponteareas.El domingo, comimos tranquilitos en Aboengo, Nigrán. Un buen descanso para reponer pilas antes de que comience la America's Cup, el próximo 23. Patricia llega a Valencia mañana.
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