viernes, 13 de abril de 2007

Valencia: Escena 2

Patricia vino por primera vez el Jueves Santo (5 de abril). La idea era que disfrutara de la playa, pero claro, los planes que se hacen con un par de meses de antelación, corren el riesgo de encontrarse con la lluvia y el frío. Esta vez vino con Betty, con la que visitó el puerto, el Oceanográfico y parte de Valencia. La verdad es que quien diga que Valencia no merece la pena es que no ha venido.

La misma noche del 5, como era el cumpleaños del buen Pacheco, cenamos con él… y otras 14 personas. El lugar, una azotea de superlujo frente al edificio Veles e Vents de Chipperfield, la joya del nuevo puerto. Lugar espectacular y cena de diseño…bueno, demasiado de diseño.

Siguiente día, cena con Bea, su prima, su hermana María y el novio de ésta en la Lambrusquería de Conde Altea, donde te ponen lo que hay, no lo que quieres, aunque suelen coincidir. Buenísimo.

El sábado cenamos con Bianca y Alessandro en la Sidrería de Avda de Francia (si vas, pídete la ensalada) antes de ir a la fiesta Taboo, la que cierra cada Louis Vuitton Act. Nada menos que 4.000 almas con un cálculo oficial de 2 litros de cerveza y medio de alcohol por barba… Aguantamos media hora (o sea, que alguien se tomó nuestros 6 litros de beer y 1,5 de alcohol…).

El domingo no trabajé (gracias, Paco) y nos fuimos dando un paseo al centro, para que concieran el Barrio del Carmen. Comimos en un italiano cualquiera y luego fuímos con Bea de café y mini-ruta turística en coche por el centro. Nos dejó en el increíble Mercado de Colón y volvimos a casa. Patricia y yo nos pegamos una siesta de 2 horas y Betty se bajó hasta el Puerto. Esa noche, última cena; elegimos (elegí) japonés. El Xuwok (Conde Altea) es un clásico y no defrauda. Fuímos andando y volvimos en taxi (apenas 3 minutos). Pagó Betty, gracias.

El detalle del lunes fue el puntazo de que Marcus nos consiguiera un pase para el Foredeck (sólo tienen acceso los super Vips de los patrocinadores de la AC y de los equipos); un lujo que tal vez no vuelva a disfrutar. El edificio es simplemente apabullante, tanto como las vistas. Fuímos en neumática y lo pasamos bien. Una experiencia más.

Patricia (y Betty) se fueron en el avión de las 18:55h. Vuelta a la rutina.

No hay comentarios: